Luego de unos cafecitos salimos al encuentro de nuestro próximo reto el "Paragliding" o Parapente como le decimos en Venezuela, todo el grupo de 12 personas participo y unos expertos Neozelandeses en este tipo de vuelos nos acompañaron en la experiencia.
Las caras de felicidad por la sensación de volar al estilo de los pioneros hermanos Wright fue indescriptible, todos los disfrutamos mucho con excepción de Mariana que el vértigo o el movimiento no le fue para nada agradable.
Al medio dia nos fuimos al pueblo de Wanaka donde en un café frente al lago Silvana y Yo nos mangiamos unos Croq Monsieur muy buenos.
En la tarde pusimos rumbo a la carretera N 6 hacia el Fox Glacier un scenic road donde por primera vez nos adentramos en el rain forest Neo Zelandez,
Entre los higlights de la via pudimos observar un lago que parecía tenido con tinta verde por su color profundo y los diversos helechos que bordeaban a ambos lados carretera y que son la planta nacional de este país y parte de su emblema.
Cesar pensando... salto o no salto he alli la cuestion..
Como quedamos enterrados en la hierba que lo que tenia era lodo por debajo, nuestras copilotas Ana y Silvana debieron bajarse a empujar y ambas resultaron salpicadas con el barro cosa que no agradecieron para nada amotinandose!!
Finalmente logramos salir del atasco no sin antes dejar las motos y a nosotros con un tratamiento de mascara de barro completa.
Al llegar a la bomba nuestros solidarios compañeros de viaje estaban destornillados de la risa mientras Miren la reportera gráfica del grupo dejaba guardada evidencia fotografica de nuestro estado.
Hahaha ni nosotros mismos pudimos contener la risa cuando mi BMW parada al lado de el surtidor de gasolina practicamente solto una plasta de barro sobre el impecable piso de la bomba como si hubiese defecado en protesta por la exigencia que le hice al motor y a su Clutch para salir del atasco.
No pararon allí las dificultades pues después de que Carlos y Yo lavaramos algo las motos y a nosotros mismos con una manguera que conseguimos, el dueño de la bomba me hizo limpiar la gracia de mi moto con un cepillo y una pala cosa que Miren volvio a fotografiar!
Ya como corolario la moto de Carlos Borges, bien por el barro o el agua de la lavada no quiso encender por lo que debimos empujarla hasta prenderla.
De allí y visto que no queriamos que nos cayera la noche en la carretera, salimos todos como una bala y hasta pasamos al guia dejándolo botado atrás, en lo que fuera una carrera de 160 a 180 kmh en una impecable carretera hacia el Fox Glaciar donde pasariamos la noche.
Hoy esta amaneciendo y veremos que nos tiene el dia.
Abrazo
Jose Carta
