Bitácoras de Día 11 y 12
Amaneció soleado y radiante el día de ayer, temprano nos levantamos y como de costumbre después de acicalarnos y
vestirnos con los trajes de moto, fuimos a desayunar con nuestros anfitriones,
la señora Dianne había preparado panecillos y cereales así como jugo de
naranjas y frutas de la estación para nosotros. Al terminar el desayuno Ana y Carlos Borges les dieron teteros a unas Ovejas que respondieron a su familiar llamado para comer, luego yo hice lo propio estando aun en Pijamas.
Nos bañamos y vestimos y después de tomarnos fotos con nuestros nuevos amigos Lindsay y Dianne Keith, cargamos nuestras
motos con lo que habíamos traído para pasar la noche nos despedimos y salimos vía Richmond, lugar donde habíamos quedado desde la noche anterior en encontrarnos con el resto del grupo a las 9am.
Puntualmente fueron llegando uno a uno todos los compañeros y todos con
distintas anécdotas de sus experiencias en la noche pasada en casa de las
distintas familias que les dieron albergue. Todos coincidimos que el trato recibido
había sido excelente que las habitaciones habían estado pulcras y que la comida
había sido de lo mejor. Solo de nuestro grupo Jose
Gregorio y Mariana Rangel al parecer la pasaron con desagrado pues tuvieron que compartir con los
Giampaolis un baño y la comida no había sido nada de su gusto.
A las 9,30 am salimos de Richmond hacia el puerto desde donde tomaríamos el ferry para
la isla Norte después de 3 horas de carretera repletas de curvas, nos
embarcamos junto a nuestras motocicletas en el Ferry de la línea Inter-Islander
en el cual Edelweiss la agencia que nos alquiló las motos para el recorrido nos había reservado, allí el salón Vip reservado para nosotros nos aguardaba.
Las horas
pasaron rápido mientras tomábamos fotos desde el deck del barco a los bellos pasajes entre
la Isla Sur y la Norte de Nueva Zelandia, navegábamos por el Internet y comíamos canapés.
Llegamos a las 4 y media a Wellington y una vez pudimos
salir del ferry nos dirigimos al hotel Ridges a tan solo 5 km del muelle donde atraco el ferry. El hotel queda en pleno centro de esta bella y pujante ciudad. y esta situado justo enfrente del Puerto de Wellington por lo que divisa toda la bahía.
Por la noche fuimis a cenar y nos
amotinamos en el restaurante del hotel pues la comida tardo 2 horas en servirse, esto hizo que hubiese una acalorada discusión con los encargados, y ello
ocasionó que el gerente tuviese que salir a calmar los ánimos de los alemanes y
de nosotros que queríamos casi incendiar
el lugar jejeje.. como si fuesemos circulos bolivarianos Neo Zelandeses!!
El gerente de alimentación y bebidas para disculparse por el
injustificable retraso en la comida, condono el
pago de las botellas de vino que habíamos consumido en la espera y además
nos mandó de regalo con sus disculpas una botella a la habitación de cada miembro
del tour moto ciclístico.
Dia 12
Luego de haber pasado una placentera noche en las confortables
camas del hotel Ridges desayunamos y algunas parejas de los venezolanos salimos a
caminar por el muelle de Wellington desde allí nos fuimos a pie hasta el Museo
de Nueva Zelandia “Te Papa Tongarewa”, donde pudimos apreciar una muestra de la
diversidad marina y terrestre de la fauna Neo Zelandesa. Entre las exhibiciones que mas nos llamaron la
atención esta la del calamar más grande jamás encontrado en el mundo, el cual fue sacado de las aguas australes por
pescadores locales mientras recogían sus redes de pesca, el gigante calamar
digno de encajar en la descripción del libro de Julio Verne 20.000 mil leguas
de viaje submarino es impresionante.
Muestras de las viviendas de los originales moradores de
estas tierras los Maoris, sus vestimentas
y sus embarcaciones también están en la muestra que nos entretuvo por
espacio de varias horas.
A las 2 y media de la tarde nos fuimos al extraordinario
restaurante Logan Brown propiedad de Al Brown y Steve Logan, allí tuvimos probablemente
la mejor comida que hayamos hecho en este viaje. Yo pedí de entrada un Pappardelle
de Nueces con hongos Porcini , Macadamias
& queso Gorgonzola que era del otro mundo, y de segundo un Rib Eye Steak Fillet with con papitas bebe muy sabroso y
finalice con un postre que consistió donuts de Blackberry con jarabe de Maple
Butterscotch & un helado de Cherry Ripple para chuparse los dedos.
Restaurante Logan Brown
La bella casa de nuestros anfitriones la familia Keith
Al terminar el festín gastronómico decidimos
caminar por la calle de nombre Cuba que está repleta de comercios y en medio de
un endemoniado viento el cual haría seguramente
que Mary Poppins se estrellara si quisiera volar, nos regresamos al hotel.
Decidimos no bajar a cenar después de
haber cometido la sacrílega fechoría gastronómica del medio día y nos fuimos a
dormir con la barriga llena y la esperanza de que mañana no nos llueva en
nuestra próximo día sobre las motos ahora en la isla Norte.
Abrazos
Jose Carta
